Con cierto grado de tristeza y ...por qué no!! también de melancolía, os cuento que esta es la última
ruta del
Camino de Nidaros que realizamos en el increíble
Valle Gudbradsdalen. Esta etapa transcurre desde el
Centro Nacional del Peregrino cerca de la localidad de
Frya hasta la localidad de
Kvam.
Aunque os he dejado arriba el enlace sobre este albergue para peregrinos os muestro un par de fotos para que os hagáis una idea. Os recomiendo que lo visitéis para descubrir mas imágenes además de información práctica incluyendo localización, capacidad, precios, etc.
DE FRYA A KAVAM
Comenzamos esta jornada, de nuevo, bordeando el valle. Seguimos admirando los fantásticos colores que nos muestra y la sencillez de las construcciones que nos ibamos encontrando por el camino. Me estaba acostumbrando demasiado a despertar cada mañana con estas imágenes y sabía que la vuelta a la realidad iba a ser dura en ese aspecto.
La distancia por carretera entre las dos localidades es de 28 kilómetros. Esto quiere decir, posiblemente que siguiendo el Camino de Nidaros tuviéramos que hacer algo más de 30 kilómetros. La ruta de hoy es posiblemente de las mas largas y espectaculares de este valle.
Poco a poco fuimos ascendiendo. Un ligero desnivel nos iba adentrado de nuevo en zonas boscosas y a pesar de haber realizado ya algunas rutas con estas características siempre es un placer andar entre estos enormes e impresionantes abetos.
El Camino de Nidaros nos condujo hasta otro de los alojamientos interesantes y que hay que tener en cuenta si nos encontramos en el valle. Esta vez se trata de un alojamiento con albergue pero también con cabañas y hotel.
Se trata del
Hotel Sygard Grytting. Como veis también os dejo el enlace de un artículo donde podéis encontrar información de interés así como la página oficial de este alojamiento.
El albergue es la zona mas auténtica y posiblemente el más antiguo que se conserva desde las primeras peregrinaciones. Aunque no es de los más económicos, eso aquí en Noruega significa "caro" para un español, debe ser toda una experiencia despertar en su buhardilla y asomarte por su pequeña ventana para contemplar el valle.
Desde este punto el camino se adentra definitivamente en la montaña. Los senderos comienzan a ser estrechos y algunos tramos resultan un poco complicados por pequeños repechos rocosos en los que hay que tener cuidado.
Hoy hay que estar muy atento a las señales pues un despiste te puede mandar por caminos equivocados. Ya sabéis como va esto, ante la duda de estar sobre la senda correcta lo mejor es retroceder lo antes posible hasta el último punto de referencia. La montaña puede ser preciosa y fascinante pero también nos puede jugar malas pasadas.
Entre caseríos situados a gran altura vamos progresando ajenos a lo que nos espera. Ya no me encuentro capacitado para decir cual de las rutas en el valle es la mejor pero, sin duda, esta está resultando muy especial. Quizás estar muy cerca de altas crestas de montaña por un lado y contemplar el valle por otro es lo que me hace calificarla de esa manera.
Un cartel nos hace parar y nos deja un tanto sorprendidos. Es bastante posible que estos caminos hermanados se crucen en algún momento, en algún lugar a lo largo del viejo continente.
Como os decía, la impresionante visión durante la ruta de las montañas de fondo sobre nuestras cabezas estaba resultando fascinante y creo que todos mis compañeros estaban deseando, al igual que yo, que el Camino de Nidaros nos llevara hasta alguna de esas cimas para contemplar las vistas.
Pero de nuevo la ruta se adentra por un terreno boscoso muy cerrado. La visión de este bosque desde el exterior antes de entrar es espectacular. Parece que te vas a meter de repente dentro de "un cuento" del que vamos a ser protagonistas.
Este pequeño tramo repleto de vegetación nos vuelve a hacer subir todavía un poco mas y no podemos dejar de mirar a nuestro alrededor al contemplar tanta belleza natural concentrada en tan poco espacio.
De repente salimos del bosque y nos encontramos casi en la cima de la montaña. Un pequeño sendero nos conducirá hasta uno de los lugares mas especiales para contemplar el
Valle Gudbrandsdalen
No os podéis hacer una idea de las sensaciones que se experimentan desde este lugar. Ni siquiera las fotos captan el increíble paisaje que se contempla desde aquí. Es... indescriptible!!
Y como tal, todos nos tomamos nuestro tiempo para disfrutar de este momento. Incluso mi compañera y amiga Inma, a la que le dije que quería hacerle una foto con el valle de fondo desde las alturas, le costó levantarse después de hacérsela. Sin duda, otro momento especial que se quedará grabado en la memoria.
Sin ninguna gana de abandonar el lugar decidimos seguir el camino. A muy poca distancia nos encontramos con una pequeña caseta que resulto ser un
refugio para peregrinos en lo alto de la montaña. Así que ya sabeis, un buen lugar para pasar una noche rodeado de magníficos paisajes.
A partir de este punto la ruta nos irá haciendo entrar y salir de numerosos bosques encontrando siempre el largo y extenso valle durante todo el recorrido.
De nuevo un agradecimiento, esta vez va para Inma pues las dos fotos que preceden este párrafo son suyas y gracias a ello he podido aparecer en este artículo.
Atravesamos puentes situados sobre pequeños riachuelos que le aportan a estos paisajes boscosos un toque mágico y especial. A pesar de mi insistencia y de estar en el lugar apropiado me he quedado con las ganas de fotografiar algún pequeño duende o ninfa... y no es que no los hayamos visto, es que son muy rápidos!!. Creo que tendréis que venir para comprobarlo vosotros mismos.
¿Qué puede pasar por la mente de una persona atravesando estas sendas cerradas donde apenas entra la luz del sol? Os lo digo yo... de todo!!
Después de cambiar de paisajes unas cuantas veces mas nos estábamos dando cuenta de que aún nos quedaba un buen tramo por recorrer entre senderos y bosques como los que os muestro.
Por ello esta es la última foto que os enseño pues a partir de aquí guardé la cámara y decidimos no entretenernos ya que se estaba haciendo tarde para llegar a Kvam y no sabíamos si el resto del camino sería complicado.
El resto de la ruta que recorrimos tampoco nos decepcionó. Sencillamente el
Valle Gudbrandsdalen dejó una huella profunda que no se olvidará. Cualquier amante del trekking y senderismo no puede soñar con un lugar mejor en
Noruega para ponerse a caminar. La ruta entre
Frya y
Kvam siguiendo el
Camino de Nidaros es dura pero proporcional a su belleza. Lo único que siento es que se acabarán aquí los días en este precioso valle. Pero hay que seguir, nos esperan en
Trondheim para cumplir nuestro cometido pero eso... ya es otro artículo!!
UN SALUDO VIAJEROS!!!
...es cómo cuándo lees un buen libro...qué nunca quieres llegar al final, pero siempre miras de reojo, cuántas páginas te quedan...
ResponderEliminarLamentablemente te quedan 1 o 2 capítulos, no se... se gún la inspiración :))
Eliminar...cuándo lees un libro, no sabes hasta qué punto puede ser verdad algo o no. la ventaja qué tenemos tus lectores, aquí, es qué sabemos que esto existe y quñe tu experiencia la podremos volver a leer tantas veces cómo queramos.
ResponderEliminarGracias, viajero!
Eso está muy bien aunque la idea es que algún día podáis llegar a vivirla de verdad.
EliminarUn saludo!!
Es un reportaje precioso, como todo el camino de Nidaros y debo decirte que si no has visto a ningún ser mágico es porque al vivir y compartir esta bella experiencia te has convertido en uno de ellos.
ResponderEliminarPuede ser que me haya convertido en un elfo... que haberlos los había.
EliminarUn saludo y gracias por el comentario!!
Miguel, mi más sincera enhorabuena por ese séptimo puesto provisional. Te lo mereces, viajero. Ahora...a caminar fuerte hasta la final. Cómo en el camino de Nidaros...;))
ResponderEliminarMuchas gracias Marian,
EliminarEl camino siempre es duro pero siempre reconforta cuando eres capaz de llegar al final.
Luego solo queda el recuerdo de esos buenos momentos y apenas aparece el sufrimiento.