Shree Gha Vihar: El Templo de la Paz en Katmandu

La caóitica ciudad de Katmandu alberga numerosos tesoros escondidos en sus laberínticas calles que suelen pasar desapercibidos. Este es el caso de Shree Gha Vihar, un santuario situado en una pequeña plaza entre el Barrio de Thamel y la popular Durbar Square. A simple vista pensamos que no es demasiado importante pero nos sorprendemos al descubrir la relevancia que tiene para sus habitantes. Nosotros lo llamamos el Templo de la Paz, ¿queréis saber por qué?.


Llegar a Shree Gha desde el Barrio de Thamel no te supondrá más de 5 minutos. Nos dirigimos hacia el sur por Thamel Marg hasta llegar a un cruce de caminos, donde se encuenta el Citizens Bank  Thahity ATM y un pequeño santuario de culto a Buda. Lo cruzamos para continuar por Chandraman Singh Marg.

Tras andar unos pocos metros por esta calle descubrimos a la derecha un callejón con una plaza abierta al fondo. En este punto encontramos un panel de piedra con la inscripción de "Shree Gha". Desde la entrada podemos apreciar algunas estatuas y decidimos hacer una parada en este lugar.

Lo primero que observamos conforme nos acercamos es la estupa budista Khatesimbu que se encuentra en el centro de la plaza. Al igual que las populares estupas de Boudhanath y Swayambunath de Katmandu, nos encontramos con los omnipotentes ojos de buda que miran hacia los 4 puntos cardinales. Su tamaño es muy inferior al de las mencionadas pero no por ello resulta menos atractiva a nuestros ojos. Estando tan cerca de la Plaza Durbar sabemos que tiene que tener su importancia y queremos descubrir donde nos encontramos.

A su alrededor encontramos pequeñas construcciones religiosas, estupas de piedra y estatuas de dioses hindús, donde los habitantes de Katmandu se paran para hacer ofrendas y recitar sus oraciones. De nuevo se mezclan elementos del budismo y el hinduismo conviviendo en armonía. Llama la atención que dos religiones tan seguidas en todo el mundo demuestren un respecto que no encontramos en otras religiones. No solo ocurre en Nepal, lo hemos podido comprobar en diversos países como Camboya, Tailandia o Malasia.

En uno de los laterales de la plaza, entre edificios de viviendas convencionales, se levanta el Monasterio Tibetano Drubgon Tangchup Chueling. Este monasterio fue reconocido por el decimo cuarto Dalai Lama y puesto al servicio de la comunidad bajo la dirección de Lama Dupseng Ringpoche en 1967. Nos impacta este imponente templo por su localización. En cualquier otro momento no nos hubiera extrañado encontrarlo en un lugar más estratégico pero conforme recorremos Katmandu nos damos cuenta cómo es su peculiar distribución, muy diferente a ciudades occidentales donde una construcción de estas características podría estar perfectamente en una plaza u otro lugar privilegiado.

Otro dato que nos advierte de la importancia de este santuario es que aquí impartió clase de inglés Aung San Suu Kyi, la famosa lider demócrata Birmana que obtuvo el Premio Nobel de la Paz por su lucha contra la dictadura militar en Myanmar.

Curiosamente se le concedió el galardón en 1991 pero no pudo recogerlo hasta el 2012 al haber estado arrestada durante todo este tiempo por ser fiel a sus pensamientos sobre un país libre, donde todas las etnias existentes podían tener futuro en su país. El pasado 2014 regreso a Katmandu y visitó Shree Gha para encontrarse con toda la gente con la que convivió allá por el año 1974. Después de 40 años, profesores y alumnos la recibieron con una cálida acogida. Hoy Aung San Suu Kyi viaja a Nepal cada vez que le es posible, a un país donde siempre fue bien recibida. Todo lo contrario que su país de origen, en la que ha tenido que luchar gran parte de su vida para estar más tiempo en la calle que arrestada por un gobierno intolerante.

Tras esta visita nos convencemos un poco más que merece la pena dejarse algunos días para perderse por cualquier ciudad que visitamos. Más allá de los museos, monumentos y otros lugares de interés que todos podemos conocer fácilmente echando un vistazo a Internet, existen muchos otros que sin duda merecen la pena y solo se pueden descubrir dejando el mapa en el cajón.

En esta ocasión Katmandu no nos defrauda. Nos sorprende al salirnos de las rutas convencionales y los destinos más populares. Dejarse llevar en esta ciudad es descubrir pequeñas joyas como Shree Gha, con un gran valor religioso, histórico, cultural y en este caso también humano. Ahora estamos seguros que comprendéis por qué a Shree Gha Vihar lo hemos bautizado como el "Templo de la Paz" en Katmandu. ¡Un saludo viajeros!