El príncipe de África: Leopardo acechando en el Parque Nacional Kruger

No cabe ninguna duda, si hay algún animal que siempre esperamos ver en nuestras visitas al Parque Nacional Kruger es al príncipe. Así califican muchos al más esquivo de los felinos de África y no es otro que el majestuoso leopardo. En nuestros tres viajes al continente africano hemos sido muy afortunados por verlo con su elegante caminar o sentado sobre la rama de un árbol. En esta ocasión, os presentamos imágenes y un vídeo muy diferente. Tuvimos la gran suerte de ver a un leopardo acechando a su presa y créeme si te digo que es algo que no se olvida. 

VIDEO DE UN LEOPARDO ACECHANDO EN EL PARQUE NACIONAL KRUGER 

EL PRÍNCIPE AFRICANO: LEOPARDO EN EL PARQUE NACIONAL KRUGER

Una mañana típica en el Parque Nacional Kruger comienza sobre las 5:00 de la mañana. Nos levantamos de noche en Tamboti, un campamento satélite situado muy cerca de la Puerta Orpen, con la intención de salir al amanecer en busca de nuevos avistamientos.  Mientras nos duchamos y desayunamos, escuchamos el rugir de un león cerca del campamento, algo que nos hace presagiar un buen día de safari. 

No hubo rastro del león, aunque si nos dijeron que andaba por la zona. Decidimos hacer un recorrido por la H7, la carretera que transcurre entre los campamentos de Orpen y Satara. Esta zona es muy buena para ver leones, además de poder encontrarte otros animales icónicos como perros salvajes y a aquel conocido como el más esquivo de los felinos, el leopardo. No tuvimos que recorrer demasiada distancia para observar movimientos extraños cerca de un árbol. La hierba se movía de una forma diferente y ahí estaba él, el príncipe de África arrastrándose para no ser visto. Todo nos hacía suponer que estaba en modo caza. 

Lo encontramos muy cerca de la carretera, en ocasiones se adentraba entre los arbustos y de nuevo volvía a acercarse a la carretera. Tal fue la escena, que tuvimos la oportunidad de sacar un primer plano como nunca antes habíamos conseguido. 

Un grupo de impalas estaba alerta pero uno se separó del grupo. El leopardo precavido se tomaba su tiempo e intentaba acercarse de diferentes maneras. Costaba mucho sacar una fotografía porque, a pesar de caminar prácticamente arrastrado por el suelo para no ser visto, el príncipe de África se mueve con mucha agilidad. 

Entendemos las razones por las que el leopardo está incluido entre los Big Five de África. Aún sin ver como culminaba la caza, nos queda claro que es un animal letal. El príncipe de África no tiene rival a la hora de acechar, es algo más propio de pequeños felinos, pero el leopardo es uno de los grandes y ha aprendido a ser sigiloso para prosperar en tierras repletas de múltiples amenazas. 

Ocurrió algo que suele ser frecuente y que muy pocos tratan de evitar. Empezaron a llegar demasiados coches y en ese momento decidimos darle al príncipe su espacio. Creo que la acumulación de vehículos fue una de las razones por las que este leopardo desistió de la caza y finalmente decidió cruzar al otro lado de la carretera en busca de nuevas presas. 

El grupo de impalas estaba demasiado alerta y aunque nosotros ya nos habíamos alejado, una decena de vehículos se empeñaban en estar lo más cerca posible con los motores encendidos para seguir en todo momento los movimientos del leopardo. En este sentido, todavía falta concienciación. Siempre se recomienda que no haya más de 4 o 5 vehículos, lo más en silencio posible y por supuesto manteniendo una distancia prudencial para no interferir en la vida salvaje. 

Una experiencia agridulce que nos sirve para valorar aún más estos espacios naturales. En ellos se trata de mantener a un gran número de especies en peligro de extinción. La amenaza ronda a diario sobre los elefantes y sus colmillos, los rinocerontes y sus cuernos, los leones y sus huesos. Son trofeos que para algunos tienen un absurdo valor. El ser humano tiene la oportunidad de valorar a estos animales de manera diferente, observándolos en su entorno con respeto y ayudando con ello a su conservación. Una vez más, gracias príncipe por permitirnos admirar tu belleza. Eso sí tiene auténtico valor. ¡Un saludo viajeros!