Preah Khan: "La Espada Sagrada de Angkor"

400 años habían pasado desde que Jayavarman II llegó por primera vez a los Roluos (año 802), desde entonces fueron numerosos los reyes que pasaron por tierras camboyanas hasta que Jayavarman VII construyó la ciudad amurallada conocida como Angkor Thom (año 1191-1200). Pero no se conformó con levantar esta imponente construcción, fuera de sus murallas se levantaban otros templos como Ta Prohm y una construcción fascinante llamada Preah Khan cuya importancia fue tal que gozaba de autonomía y que fue conocida como "La Espada Sagrada de Angkor".

La mejor manera de llegar hasta el antiguo complejo de Preah Khan es atravesando de sur a norte las murallas de Angkor Thom.. Una vez hemos salido por la puerta norte debemos dirigirnos hacia el este y en un corto espacio de tiempo nos encontraremos ante sus puertas. Para una mejor ubicación entra aquí: Mapas y apuntes de Angkor.

Como se puede apreciar en el mapa el complejo tiene forma cuadrada y al igual que muchas otras construcciones tiene 4 puertas de entrada que representan los 4 puntos cardinales. Si seguís el recorrido que os he recomendado entraréis por la puerta oeste. En la fotografía se puede ver como la construcción ha sido invadida por la vegetación fruto del abandono que ha sufrido durante siglos hasta el punto que las raíces de inmensos árboles han penetrado en el interior de la piedra. Esta fusión entre el ser humano y la naturaleza es algo que no se olvida fácilmente. 

Al llegar a la puerta este de Preah Khan encontramos un camino repleto de pilares de piedra (boundary stones) a ambos lados de la calzada. En la foto de cabecera podéis apreciar el camino y en la foto de abajo podéis ver el detalle de una de ellas con un ser divino con cabeza de león y sobre él la figura de una flor de loto.

La historia nos cuenta que Angkor Thom fue dañada por numerosas batallas,  por esta razón Jayavarmán VII decidió defender el territorio desde el norte de los ataques del ejercito cham. tras la victoria decidieron levantar en el lugar el complejo de Preah Khan que dedicó a su padre Dharanindravarman. La ciudad de convirtió en un importante centro universitario regentado por 15.000 monjes, se construyó un hospital y cerca de 100.000 personas se dedicaron a la agricultura para servir de granero tanto a esta ciudad como a Angkor Thom y otros complejos. 

Recorriendo los muros que rodean esta ciudad nos encontramos con esos gigantescos árboles que penetran en la piedra con sus raíces brotando por todos lados y sus altísimas copas que se pierden en una frondosa maraña de ramas y hojas por donde el sol no es capaz de penetrar. Además nos encontramos con la popular figura de "Garuda", el ave sagrada que sirve de montura en la batalla al Dios Visnhu. Podemos encontrar más de 70 de estas figuras si recorremos su perímetro, una figura aceptada tanto en el Hinduismo como en el Budismo.

Pero no son las únicas figuras que nos encontramos en sus muros, deidades menores como apsaras (bailarinas) o dioses mayores como Shiva o Visnhu están presenten en cada rincón de este imponente complejo.

Es el turno de adentrarnos en sus profundas galerías y lo hacemos bajo la atenta mirada de los guardianes descabezados que custodian el pasadizo central. Este pasadizo conduce hasta el Sanctum Santorum o "Estupa Sagrada", justo en el centro del complejo y desde donde parten las 4 galerías que conducen a las 4 puertas situadas en los puntos cardinales. La estupa de carácter budista con forma de campana sustituyó a una antigua figura de una deidad conocida como Lokeshvara, el guardián del sufrimiento de la humanidad.

Seguimos en dirección este mientras observamos las estancias situadas en los laterales. De vez en cuando accedemos a algunas de ellas y nos dejamos contagiar por la magia que desprenden todos esos relieves tallados en la piedra. Recordamos que todo esto sucedió hace ya más de 8 o 9 siglos e intentamos recrear con la mente el día a día de esta fascinante ciudad. 

En nuestro camino encontramos otras figuras como las nagas o "serpientes sagradas" y casi sin darnos cuenta nos encontramos en una sala llena de columnas que de por sí tiene algo especial. En todo nuestro recorrido por los templos de Angkor no habíamos visto nada arquitectónicamente parecido. Sabíamos que estábamos ante una estancia única, algo que tenía que tener un significado. Más tarde descubrimos que estábamos en el "Salón de las bailarinas" o "Salón de la Danza". En este lugar las Apsaras, consideradas ninfas de la mitología hindú, deleitaban a los dioses con sus melodías y danzas al tiempo que seducían a los mortales para mantenerlos dominados. 

Sin duda esta es una de las estancias que más valoro de Preah Khan ya que en todos los templos y complejos que conforman el imperio de Angkor solo se conservan dos, como mucho tres salas de la danza. Actualmente se encuentra en periodo de restauración y corre peligro de derrumbarse, esperemos que no sea así para que futuros viajeros puedan disfrutar de este elemento único del arte khmer.

El Salón de la Danza no es el único elemento único que se encuentra en Preah Khan. Justo al lado, en dirección norte, nos encontramos con una estructura peculiar de dos alturas conocida como Two-Story Pavillion y que podría compararse en algunos aspectos con la arquitectura griega.

Se dice que fue el lugar donde se guardaba la espada sagrada, protectora del Reino de Angkor. También se dice que pudo ser la biblioteca donde se guardaban los libros antiguos. En cualquiera de los dos casos no nos cabe duda de que esta construcción tuvo una importante función dentro del complejo de Preah Khan.

Siguiendo nuestro camino en dirección a la puerta este descubrimos el último de los edificios que hacen de Preah Khan un complejo peculiar. Se trata de "House of Fire". Con este nombre cualquiera podría pensar que era el lugar para incinerar a los muertos pero no era así, se trataba del lugar donde los viajeros, peregrinos y otros visitantes podían descansar y pernoctar.

Los visitantes para calentarse encendían fuego durante la noche, algunos también creen que se hacían rituales con la llama sagrada y debido a estas circunstancias es por lo que recibe el nombre de Casa de Fuego. Al menos se conocen dos construcciones más como esta en Angkor pero debido a la cantidad de templos que se construyeron durante siglos en el Imperio Khmer la hacen muy valiosa y de gran interés histórico.

Llegando a la puerta este nuestro recorrido va llegando a su fin. Los guardianes de piedra han permitido que recorriéramos estos muros que han permanecido escondidos en la jungla camboyana durante tantos siglos. No cabe duda que ha sido un recorrido que nos ha hecho comprender muchos detalles sobre la vida de los angkorianos, una ciudad perfectamente organizada donde los hábitos cotidianos se mezclan con la magia de antiguas leyendas de ninfas, dioses y guerreros.

Echamos una última mirada a Preah Khan, sin duda uno de los secretos mejor guardados de esta antigua civilización y aunque nos quedan muchos lugares fascinantes por recorrer sabemos que "La Espada Sagrada de Angkor" no se borrará fácilmente de nuestras memorias. Esperamos que algún día podáis recorrer los muros de esta ciudad que hemos descubierto para vosotros, un rincón de nuestro planeta con muchas historias que contar y sobre todo... mucha magia. ¡Un saludo viajeros!.