Cosas que "sí" se hacer en mis viajes
Hace algún tiempo escribí un artículo con nueve cosas que no se hacer en mis viajes. En esta ocasión es el turno de contar esas cosas que "sí" se hacer a la hora de viajar y que me han servido para entender muchas cosas, antes, durante y al terminar cada ruta. Aunque no es un artículo de consejos viajeros puede que alguno de los puntos que menciono te ayuden. Si fuera así me sentiría humildemente feliz, porque deseamos que este blog tenga utilidad para vosotros, ¡nuestros lectores!
Desde que empezamos a viajar, hace ya algunas décadas, hemos planificado el 90% de los viajes que hemos realizado. Siempre hemos tratado de optimizar al máximo el presupuesto, por lo que hemos descartado muchos tours organizados, ya que muchas veces incluían destinos, excursiones, hoteles, etc. que a nosotros no nos llamaban la atención o considerábamos que incrementaban el coste. Esto nos ha servido para conocer más de cerca cada destino, a movernos por libre con mayor soltura y a poder explicar mejor nuestros viajes en el blog. Además, es algo que no nos cuesta ningún trabajo, hasta el punto que hemos preparado rutas soñadas que no sabemos cuando podremos realizar, como algunas que encontraréis aquí referentes a destinos como China, Vietnam, Panamá o Estados Unidos y que encontraréis si añadís dichos términos en nuestro buscador.
Debido a nuestra afición por contar nuestros viajes siempre vamos con la cámara colgada al hombro. Cuando viajamos se convierte en una extensión de nuestro cuerpo. Pero ha habido ocasiones en las que hemos vueltos a casa y nos hemos llevado alguna que otra desilusión. Algunas veces descubríamos que no hicimos aquellas foto de esa cascada que nos gustó tanto o no grabamos una conversación que nos hubiera venido muy bien para el blog. Con el paso del tiempo hemos aprendido a no dejar pasar cualquier oportunidad para captar o filmar cualquier detalle viajero. Como dicen por ahí, "más vale que sobre que no que falte". Esto es algo que hemos tomado por norma.
Otras veces hemos tenido la mala experiencia de llegar a casa y descubrir que alguna de las tarjetas de memoria se han estropeado durante el viaje, perdiendo gran parte del contenido que nos traíamos como recuerdo. Esto sienta realmente mal, seguro que lo sabéis pero imaginad para nosotros, que nuestra intención es documentar los viajes con imágenes o vídeos. La solución, hacer copias de seguridad y llevar un pequeño ordenador para volcar las fotografías. Hace ya mucho tiempo que aprendimos esta lección.
Imagina, después de tantos viajes programados y rutas en solitario hemos tenido la oportunidad de comprobar que los imprevistos están a la orden del día. Resulta fundamental no ponerte nervioso e intentar tener una mente "flexible". Coger un autobús en Tailandia y aparecer a 300 kilómetros de tu destino, llegar muy tarde a un lugar y tener que buscar alojamiento en una ciudad caótica donde nadie te entiende, Aceptar la invitación de la gente local y desechar un hotel con mayores comodidades, etc., etc. Llega un momento en que terminas adaptándote, igual que haríamos en nuestra ciudad, cuando improvisadamente te llama un amigo o familiar invitándote a un evento improvisto. Al final es lo mismo, no hay que tener miedo a modificar los planes, de hecho ha habido veces en que la experiencia ha sido tan gratificante que no nos acordamos de los planes originales. Un consejo, planifica tu ruta pero ¡déjate llevar!
Algo que tenemos muy claro es que cada cultura es diferente y antes de tomar decisiones en nuestra forma de actuar procuramos informarnos, observar y tratar a las personas con respeto. Hay que pensar que la mayoría de esas personas que están ahí, en el destino que tu has elegido, no están de vacaciones. Cuando hablas o preguntas a un taxista, camarero o a una persona que pasa por la calle, son personas que seguramente están trabajando, sacando adelante otro día y muchas veces no nos damos cuenta. Creemos que al salir fuera de nuestro país todo se convierte en una fiesta y no es así. Aquí aplicamos otro dicho famoso que dice ¡trata a los demás como quieres que te traten a tí! ¿No es algo lógico?
Esto tiene mucho que ver con la planificación de los viajes. Pero una vez en el destino hay que saber optimizar el tiempo para aprovecharlo al máximo, porque hay veces que te confías y descubres que tu ruta planeada es demasiado complicada para hacerlo en los días que tenías pensado. En este sentido sabemos "ponernos las pilas" y no nos dormimos en los laureles. Si hemos decidido llegar a un lugar, visitar una ciudad antigua, realizar un plan concreto de dos días, etc., el 95% por ciento de las veces hemos cumplido con nuestros objetivos. El secreto está en viajar mucho, de esta forma aprendes a planificar rutas que sean asumibles y te será más fácil saber si tu plan tendrá éxito o tendrás que recurrir al punto que habla de la improvisación por falta de tiempo.
Tenemos la suerte de tener, como se dice, "buen comer". Esto nos ha ayudado a la hora de atrevernos a probar cualquier cosa que se nos cruza en el camino. No importa si es un "kous kous" en Marruecos, un "goulash" en los países del este de Europa o una "bolsa de grillos" en Tailandia. Hoy día nos atrevemos prácticamente con todo y salvo contadas ocasiones no hemos tenido ningún problema, al revés, hemos disfrutado como enanos con la gastronomía local. Solo os puedo hablar de algo con lo que no puedo y son los "tallos de cilantro" o "tanía" como le llaman en Nepal. Lamentablemente es una especia que no esta hecha para mi, a pesar de que utilizo las semillas de cilantro para hacer en casa numerosos platos asiáticos.
Son muchos los transportes que hemos utilizado al llegar a los destinos. Algunos son muy comunes como taxis, metros, autobuses de línea, coches y motos de alquiler, etc., pero también existen otros menos habituales y que aún se usan en algunos lugares como rickshaws en Nepal, longtails en el sudeste de Asia, motocarros o transportes improvisados, como la parte de atrás de una destartalada pick up. Creo que a estas alturas nos vale prácticamente todo y de nuevo tiene mucho que ver con la improvisación. Gracias a ello hemos disfrutado de mil maneras diferentes a la hora de desplazarnos.
Muchos de los puntos anteriores tienen que ver con llevar una mente abierta a la hora de viajar. Por eso, este punto puede resumir muy bien nuestra forma de viajar. Adaptación a las circunstancias, atreverte a probar cualquier cosa, desplazarte de las maneras menos predecibles, etc. Si eres capaz de amoldarte a las circunstancias, conseguirás abrir la mente y podrás disfrutar de cada uno de los detalles que se cruzan en tu camino, por muy pequeños o insignificantes que parezcan. ¡Un saludo viajeros!
1. PLANIFICAR RUTAS
Desde que empezamos a viajar, hace ya algunas décadas, hemos planificado el 90% de los viajes que hemos realizado. Siempre hemos tratado de optimizar al máximo el presupuesto, por lo que hemos descartado muchos tours organizados, ya que muchas veces incluían destinos, excursiones, hoteles, etc. que a nosotros no nos llamaban la atención o considerábamos que incrementaban el coste. Esto nos ha servido para conocer más de cerca cada destino, a movernos por libre con mayor soltura y a poder explicar mejor nuestros viajes en el blog. Además, es algo que no nos cuesta ningún trabajo, hasta el punto que hemos preparado rutas soñadas que no sabemos cuando podremos realizar, como algunas que encontraréis aquí referentes a destinos como China, Vietnam, Panamá o Estados Unidos y que encontraréis si añadís dichos términos en nuestro buscador.
2. CAPTURAR Y GUARDAR MOMENTOS VIAJEROS
Debido a nuestra afición por contar nuestros viajes siempre vamos con la cámara colgada al hombro. Cuando viajamos se convierte en una extensión de nuestro cuerpo. Pero ha habido ocasiones en las que hemos vueltos a casa y nos hemos llevado alguna que otra desilusión. Algunas veces descubríamos que no hicimos aquellas foto de esa cascada que nos gustó tanto o no grabamos una conversación que nos hubiera venido muy bien para el blog. Con el paso del tiempo hemos aprendido a no dejar pasar cualquier oportunidad para captar o filmar cualquier detalle viajero. Como dicen por ahí, "más vale que sobre que no que falte". Esto es algo que hemos tomado por norma.
Otras veces hemos tenido la mala experiencia de llegar a casa y descubrir que alguna de las tarjetas de memoria se han estropeado durante el viaje, perdiendo gran parte del contenido que nos traíamos como recuerdo. Esto sienta realmente mal, seguro que lo sabéis pero imaginad para nosotros, que nuestra intención es documentar los viajes con imágenes o vídeos. La solución, hacer copias de seguridad y llevar un pequeño ordenador para volcar las fotografías. Hace ya mucho tiempo que aprendimos esta lección.
3. ADAPTARNOS A LA SITUACIÓN
Imagina, después de tantos viajes programados y rutas en solitario hemos tenido la oportunidad de comprobar que los imprevistos están a la orden del día. Resulta fundamental no ponerte nervioso e intentar tener una mente "flexible". Coger un autobús en Tailandia y aparecer a 300 kilómetros de tu destino, llegar muy tarde a un lugar y tener que buscar alojamiento en una ciudad caótica donde nadie te entiende, Aceptar la invitación de la gente local y desechar un hotel con mayores comodidades, etc., etc. Llega un momento en que terminas adaptándote, igual que haríamos en nuestra ciudad, cuando improvisadamente te llama un amigo o familiar invitándote a un evento improvisto. Al final es lo mismo, no hay que tener miedo a modificar los planes, de hecho ha habido veces en que la experiencia ha sido tan gratificante que no nos acordamos de los planes originales. Un consejo, planifica tu ruta pero ¡déjate llevar!
4. VIAJAR CON RESPETO
Algo que tenemos muy claro es que cada cultura es diferente y antes de tomar decisiones en nuestra forma de actuar procuramos informarnos, observar y tratar a las personas con respeto. Hay que pensar que la mayoría de esas personas que están ahí, en el destino que tu has elegido, no están de vacaciones. Cuando hablas o preguntas a un taxista, camarero o a una persona que pasa por la calle, son personas que seguramente están trabajando, sacando adelante otro día y muchas veces no nos damos cuenta. Creemos que al salir fuera de nuestro país todo se convierte en una fiesta y no es así. Aquí aplicamos otro dicho famoso que dice ¡trata a los demás como quieres que te traten a tí! ¿No es algo lógico?
5. OPTIMIZAR EL TIEMPO
Esto tiene mucho que ver con la planificación de los viajes. Pero una vez en el destino hay que saber optimizar el tiempo para aprovecharlo al máximo, porque hay veces que te confías y descubres que tu ruta planeada es demasiado complicada para hacerlo en los días que tenías pensado. En este sentido sabemos "ponernos las pilas" y no nos dormimos en los laureles. Si hemos decidido llegar a un lugar, visitar una ciudad antigua, realizar un plan concreto de dos días, etc., el 95% por ciento de las veces hemos cumplido con nuestros objetivos. El secreto está en viajar mucho, de esta forma aprendes a planificar rutas que sean asumibles y te será más fácil saber si tu plan tendrá éxito o tendrás que recurrir al punto que habla de la improvisación por falta de tiempo.
6. DISFRUTAR DE LA GASTRONOMÍA LOCAL
Tenemos la suerte de tener, como se dice, "buen comer". Esto nos ha ayudado a la hora de atrevernos a probar cualquier cosa que se nos cruza en el camino. No importa si es un "kous kous" en Marruecos, un "goulash" en los países del este de Europa o una "bolsa de grillos" en Tailandia. Hoy día nos atrevemos prácticamente con todo y salvo contadas ocasiones no hemos tenido ningún problema, al revés, hemos disfrutado como enanos con la gastronomía local. Solo os puedo hablar de algo con lo que no puedo y son los "tallos de cilantro" o "tanía" como le llaman en Nepal. Lamentablemente es una especia que no esta hecha para mi, a pesar de que utilizo las semillas de cilantro para hacer en casa numerosos platos asiáticos.
7. UTILIZAR TODO TIPO DE TRANSPORTES
Son muchos los transportes que hemos utilizado al llegar a los destinos. Algunos son muy comunes como taxis, metros, autobuses de línea, coches y motos de alquiler, etc., pero también existen otros menos habituales y que aún se usan en algunos lugares como rickshaws en Nepal, longtails en el sudeste de Asia, motocarros o transportes improvisados, como la parte de atrás de una destartalada pick up. Creo que a estas alturas nos vale prácticamente todo y de nuevo tiene mucho que ver con la improvisación. Gracias a ello hemos disfrutado de mil maneras diferentes a la hora de desplazarnos.
8. LLEVAR LA MENTE ABIERTA
Muchos de los puntos anteriores tienen que ver con llevar una mente abierta a la hora de viajar. Por eso, este punto puede resumir muy bien nuestra forma de viajar. Adaptación a las circunstancias, atreverte a probar cualquier cosa, desplazarte de las maneras menos predecibles, etc. Si eres capaz de amoldarte a las circunstancias, conseguirás abrir la mente y podrás disfrutar de cada uno de los detalles que se cruzan en tu camino, por muy pequeños o insignificantes que parezcan. ¡Un saludo viajeros!
Comentarios
Publicar un comentario
Miguel En Ruta es un blog alojado en Blogger (servicios de Google). Por tanto, su apartado de comentarios de carácter nativo cumple con el nuevo Reglamento General de Protección de Datos vigente en Europa desde el día 25 de mayo de 2018. Con tu cuenta de usuario de Google +, podrás comentar con total confianza y yo, (Miguel Angel Cartagena Salgado), como responsable de este blog tan solo responderé a tus consultas y dudas viajeras. No recibirás ningún correo de carácter promocional. Solo si tú nos lo solicitas expresamente, te aportaremos la información que nos solicites para aconsejarte y ayudarte con tus futuros viajes, siempre que esté en nuestras manos.
IMPORTANTE: No olvides consultar la política de privacidad, cookies y aviso legal, justo al final en la barra lateral.