En nuestro paso por tierras marroquíes tuvimos la oportunidad de visitar algunos de sus paisajes más impactantes. Esta vez nos ponemos
en ruta hacia el dades, un valle por el que transcurre el río que recibe el mismo nombre encerrado entre espactaculares cañones y gargantas . Salimos de
Ait Ben Haddou en una ruta que transcurre prácticamente en su totalidad por la N-10 y cubriendo una distancia de unos 150 kilómetros hasta llegar a la localidad de
Boulmane Dades.
Tardamos poco en darnos cuenta de que circulábamos paralelos al Gran Atlas. Las fechas en las que estábamos (noviembre) nos permitían disfrutar de un paisaje nevado que contrastaba en gran manera con el calor de la zona desértica donde nos encontrábamos.
A unos 30 kilómetros de Ait Ben Haddou se encuentra la localidad de Ourzazate. De ella dicen que es "la puerta del desierto", de ahí el intenso calor que se estaba dejando notar. Si has llegado hasta aquí puede que sea un buen momento de comprar todo aquello que pienses que te pueda hacer falta. En cientos de kilómetros no encontrarás una oportunidad mejor. Nosotros aprovechamos para hacer una parada para sacar dinero y para comprar baterías para la cámara ya que una de ellas murió el día anterior.
Seguimos nuestro camino adentrándonos en tierras áridas y, como en días anteriores, tuvimos la oportunidad de comprobar que los controles de policía son el pan de cada día. Es bastante posible que durante el transcurso de esta ruta pasáramos por 5 o 6 de ellos. No olvides que el procedimiento a seguir cuando veas un control es reducir la velocidad, acercarte poco a poco hasta los agentes y esperar a que te den paso. Si no actúas de esta manera puede que terminen parándote resultando bastante incómodo el bombardeo de preguntas teniendo suerte si sabes francés o marroquí ya que el inglés no es que sea el idioma en el que prefieran hablar.
En la ruta hacia el Dades existen otros lugares en los que posiblemente estés interesado. Uno de ellos se encuentra a unos 35 kilómetros tras pasar Ourzazate. Se trata del Palmeral de Skoura. Es un buen lugar para contemplar el contraste entre la región desértica en la que nos encontramos y el conjunto de cientos de miles de palmeras que se encuentran repartidos por la zona. Además, ya que esta ruta también es conocida por formar parte de la "Ruta de las 1000 Kasbahs", podrás visitar Ait Abou que según nos cuentan también es impresionante.
Nosotros no teníamos tiempo de hacer esta parada pues nuestra intención, después de llegar al Valle del Dades, era acabar a los pies del
Desierto de Erg Chebbi. Proseguimos nuestro camino deleitándonos con las imágenes y escenas cotidianas que nos brindaba la carretera y que a nosotros nos servían para ir entendiendo el día a día en los pequeños pueblos de Marruecos que íbamos atravesando.
Vamos dejando atrás pequeñas poblaciones que se cruzan en nuestro camino. Si ya observamos un fuerte contraste al cruzar el Atlas no lo es menos esta ruta que nos lleva por sus carreteras a través de extensas planicies y kilométricas rectas bajo el omnipotente sol africano. Es inevitable pensar que ocurriría si el coche en esos momentos decide averiarse.
Por fin empezamos a divisar algunas extensiones montañosas. Nos acercábamos a Boulmane Dades y la vegetación también se dejaba ver de alguna manera. Una vez llegados a este punto debíamos desviarnos por la R-704 que transcurre a lo largo del valle y de la senda del río.
Pronto el paisaje se transformó de forma radical. Más propio de una escena de otro planeta, que bien podía ser Marte, nos adentramos por una delicada carretera que nos proporcionaba imágenes de película. Conforme avanzábamos podíamos divisar pequeños reductos de vida escondidos en un terreno abrupto de afiladas colinas y de intensos colores rojizos.
Estando en territorio bereber no es de extrañar que te puedas encontrar pastando en algunos de los desfiladeros del caminos a los rebaños de estos nómadas en busca de agua y pastos. Hoy día muchos de los descendientes bereberes siguen manteniendo las tradiciones y se mantienen en movimiento alrededor de las montañas buscando las mejores zonas según la época del año.
La carretera asciende progresivamente y poco a poco se vuelve mas serpenteante. Estamos inmersos en medio de los Cañones del Dades y parece como si, en ocasiones, la tierra nos tragara debido a los profundos barrancos en los que nos íbamos adentrando.
La impresión es como si te hubiera tragado la tierra. Supongo que si quieres que no te encuentren este es el lugar perfecto donde un radar, satélite o gps no serían capaces de encontrarte. Sin duda las imágenes son estremecedoras ya que en ocasiones apenas consigue entrar el sol por estas gargantas. No soy para nada claustrofógico pero confieso que hubo un momento en que lo eché de menos y tuve la necesidad de reecontrarme de nuevo con el cielo abierto.
Como última imagen os dejo una en la que se ve parte del recorrido en ascensión por la sinuosa carretera que nos condujo hasta lo más profundo en nuestra ruda hacia el Dades. Esta imagen está tomada desde un hotel panorámico al lado de la carretera donde bien podréis parar a tomar algo o quedaros una noche a disfrutar de este espacio natural que solo se puede describir como espectacular.
Nos quedaba todavía por delante mucho camino por recorrer hasta llegar al desierto. Consideramos que la decisión de desviarnos para ver el
Dades fue realmente acertada y hoy os puedo recomendar sin ninguna duda que lo hagáis si disponéis de tiempo. Nosotros mientras seguiremos intentando enseñaros las maravillas de
Marruecos. Un saludo viajeros!!!
Uno de esos road trips que te permiten conocer un país, en este caso tan complejo y paradójico como Marruecos: la visión del Atlas como telón de fondo no deja de impresionar, como las localidades que se atraviesan, cuajadas de dátiles, rosas y bicicletas. Para nosotros, Ouarzazate siempre será "el Hollywood africano" gracias a sus estudios de cine, llenos de referencias conocidas como Astérix y Obélix y Gladiator ;D
ResponderEliminarSin duda llevas razón Javier,
EliminarNo deja de impactar que en medio del desierto encuentres recintos e instalaciones dedicadas al mundo del cine. Lo mejor es que, con un poco de suerte puedes ver algún rodaje ;))
Menudas fotos Miguel!!
ResponderEliminarGracias Teva,
EliminarMe alegro mucho que te gusten!!
;)
Cuando crucé por primera vez la cordillera del Atlas quedé realmente fascinado ... Ouarzazate me pareció increíble y los paisajes de película!!.
ResponderEliminarGenial entrada!, un saludo.
Es una sensación extraña cuando cruzas el Atlas. Parece como si hubieras dejado Marruecos por algún paisaje de otro planeta.
EliminarGracias por el comentario!!
No hubiera dicho que Marruecos, a pesar de la cordillera del Atlas, pudiera tener este tipo de valles y cañones tan encajonados. Me ha gustado mucho la zona, y la última foto se sale, soy un fanático de este tipo de puertos y carreteras serpenteantes. SaludoX!
ResponderEliminarSaludos Loni, la verdad es que son paisajes que cuesta creer que estén donde están. Si te gustan estas carreteras seguro que disfrutarías por aquí.
EliminarUn saludo!!