Qué hacer en Estambul en un día

Hemos tenido la oportunidad de encontrarnos en nuestro camino con la enigmática, vibrante y multicultural ciudad de Estambul. Aprovechando un vuelo con escala hacia Asia Central decidimos dejar 14 horas entre ambos vuelos para recorrer algunos rincones de la capital turca. En este artículo os presentamos una ruta por la zona turística donde pudimos contemplar impresionantes mezquitas al tiempo que recorríamos sus callejuelas repletas de coloridos bazares. Tuvimos tiempo para pasear por los alrededores del Bósforo, algo que sin duda hace especial a esta ciudad entre oriente y occidente. Acompañadnos para descubrir qué hacer en Estambul en un día. 

Para falicitaros un poco más esta ruta os hemos preparado un plano con el que os podréis situar un poco mejor dentro de esta inmensa ciudad.

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Esta ruta comienza en los alrededores de la Basílica de Santa Sofía. Con sus 4 minaretes y su cúpula de 30 metros de diámetro es símbolo de la ciudad hoy y desde los tiempos de la antigua Constantinopla allá por el siglo VI. Esta iglesia que en sus orígenes fue cristiana pasó a ser mezquita musulmana tras la invasión del imperio otomano. A día de hoy sigue siendo un magnífico ejemplo de Arte Bizantino. Se puede visitar de martes a domingo desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde en invierno y se amplía el horario hasta las 7 de la tarde en verano. 

Rodeamos Santa Sofía para llegar a las inmediaciones del Palacio Topkapi, muestra de la arquitectura de los tiempos del Imperio Otomano y hoy transformado en museo. Frente al palacio se encuentra la Fuente del Sultán Ahmet III, para muchos la más bonita de Estambul y ciertamente podemos decir que lo es. Construída en estilo rococo turco es difícil que esta construcción pase desapercibida.

Rodeamos el Palacio siguiendo sus muros y nos encontramos con una calle empedrada con algunos cafés terraza y pequeños puestos en los alrededores. Este parte de la ruta resultó muy agradable por sus zonas arboladas y sombrías en un día de intenso calor. 

En el lado izquierdo del palacio y dentro del recinto encontramos el Parque Gülhane. Es de libre acceso por lo que no tenéis que pagar entrada para visitarlo. Es uno de los pulmones más importantes y grandes de la ciudad, desde 1912 se cedió parte del bosque perteneciente al palacio para construir este parque público. 

Nos sorprendió bastante por sus cuidados detalles y sus coloridas figuras representando animales como mariposas, leones, etc. También encontramos un pequeño y agradable estanque y numerosas zonas para sentarte y relajarte. Por nuestra parte recomendamos este paso entre Santa Sofía y el Bósforo para disfrutar de una de las zonas verdes de Estambul. 

Nada más salir del Parque Gülhane nos encontramos con el mar. Desde este punto tomaremos dirección oeste bordeando el Bósforo para llegar hasta el famoso Puente Galata. Resulta impresionante ver el tráfico de embarcaciones de todo tipo que se mueven por los alrededores de un lado a otro. Desde cruceros a pequeñas embarcaciones turísticas pasando por barcos de pesca y ferrys que realizar la ruta de oriente y occidente. 

El Puente Galata es uno de los puntos turísticos de la ciudad, por ello nos encontramos con numerosos restaurantes en su parte baja así como pequeños puestos que venden productos típicos y dulces en sus inmediaciones. Si tienes tiempo de recorrer el puente obtendrás unas vistas inmejorables del Bósforo así como una panorámica de la ciudad con los imponentes minaretes de las mezquitas de Estambul.

Nos dirigimos de nuevo al interior y recorriendo apenas 200 metros nos encontramos con el Bazar Egipcio, conocido como el Bazar de las Especias. Como dato curioso contaros que este bazar se incluía dentro de la Ruta de la Seda en el siglo XIII y desde aquí se distribuía mercancía por toda Europa. Nos encontramos con un colorido espacio en el que no solo encuentras especias de todo tipo, también es el lugar perfecto para comprar y degustar dulces típicos y otros productos como quesos o frutos secos. 

Tras pasar por el Mercado Egipcio seguimos caminando en dirección sur y nos encontramos inmersos en la Ciudad Vieja de Estambul, un lugar repleto de callejuelas donde no faltan los puestos que nos acompañarán durante todo el camino hasta el Gran Bazar. Recomendamos parar en alguna de las pequeñas cafeterías con terraza para disfrutar de un té, un dulce y del transitar de la gente. Sin duda un lugar ideal para hacer una pequeña parada.

Llegamos a otro de los lugares más populares y visitados de Estambul, 45.000 metros cuadrados de galerías que lo convierten en uno de los más grandes del mundo. Construido en el siglo XV son tantos los vendedores y comerciantes que buscan su espacio en este lugar que nos encontramos con calles adyacentes fuera del recinto repletas de tiendas porque el interior ya no tiene cabida para todos.

En el Gran Bazar podéis encontrar prácticamente de todo pero quizás destacas por productos como la artesanía, las joyas y los textiles. Algo que nos llamó la atención fueron las coloridas lámparas aunque hay que tener ojo para dar con productos de buena calidad.

El Gran Bazar se divide en gremios por lo que nos encontraremos con galerías dedicadas y calles destinadas a un género concreto. Esta forma de organizarse facilita el trabajo a todo el mundo y a los viajeros y turistas a no volverse locos buscando algún recuerdo para llevar a casa.

Es inevitable, tarde o temprano y entre tanto producto al final terminas cayendo en la tentación. Así fue en nuestro caso y es que nos gusta recordar con algún detalle los lugares por donde vamos pasando a lo largo de la vida. Algo normal ¿verdad?

Estamos llegando al final de nuestra ruta y nos encontramos con el gran Obelisco de Teodosio situado en lo que antiguamente fue el Hipódromo de Constantinopla. Este obelisco se trajo desde el Templo de Karnak en Egipto en el siglo IV y está construído en granito. Actualmente se levanta del suelo 18 metros aunque antiguamente su altura era muy superior.

Y llegamos al final de la visita. Nos guardamos para el final la imponente Mezquita del Sultán Ahmed, conocida como la Mezquita Azul por dos razones. La primera es que fue la construcción elegida para hacer una visita a su espacio interior y la segunda porque nuestra ruta es circular y al encontrarse justo delante de Santa Sofía era el lugar ideal para finalizar esta ruta.

Fue construida a principios del siglo XVII y hoy día es la mezquita más importante de Estambul. En su momento se decidió construirla con 6 minaretes algo que provocó cierto revuelo entre los devotos ya que no podía tener los mismos que la Meca. Al final la decisión que se tomó fue levantar una más en esta última. Básicamente se vuelve a jugar con "a ver quien la tiene más..." y tratándose de la Meca, el centro espiritual de la religión musulmana, no podía ser de otra manera.  

Son muchos los detalles que sorprenden al entrar a la Mezquita Azul, desde su colorida alfombra hasta el techo abovedado y decorado con miles de azulejos cuidadosamente colocados, pasando por la gran lampara que se encuentra a escasos metros del suelo.

Otros detalles referentes a la visita son que las mujeres deben entrar con la cabeza cubierta, para ello facilitan en la entrada telas para cubrirse y por supuesto rodillas y hombros tapados. Lo bueno es que, a diferencia de Santa Sofía y otros muchos lugares turísticos de la ciudad, la entrada es gratuita. 

Hasta aquí una intensa ruta por la capital turca, una primera toma de contacto que nos deja con ganas de conocer más sobre esta imponente ciudad antigua a caballo entre oriente y occidente. Esperamos haberos dados ideas para saber qué hacer en Estambul en un día y haberos facilitado un poco las cosas si tenéis en vuestra mente hacer una visita en el futuro. ¡Un saludo viajeros!