Filipinas: Relato de un viaje al paraíso

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Recién llegados de nuestro viaje a Filipinas, escribimos el primer relato sobre el país para contarte nuestra experiencia en este extraordinario paraíso natural del Sudeste Asiático. Visitamos Manila junto a las islas de Palawan, Bohol y Panglao, en un viaje que sin duda ha superado todas nuestras expectativas. Si estás buscando un destino para sorprenderte con paisajes naturales increíbles no lo dudes, Filipinas es un destino perfecto.

RUTA DE UN VIAJE A FILIPINAS    


En primer lugar y para que puedas orientarte mejor, te dejamos un plano con nuestra ruta de 17 días en Filipinas. Comenzamos el viaje desde Madrid con destino Pekín, en un vuelo que duró alrededor de 12 horas. Tras nuestra llegada a la capital del gigante asiático, teníamos otras 12 horas para coger el vuelo hacia Manila. Aprovechamos el tiempo visitando los lugares más emblemáticos de Pekín, ya que los turistas tienen permiso para salir del aeropuerto, siempre que tengan un vuelo de salida del país y no superen el tiempo límite de 72 horas. El vuelo de Pekín a Manila dura unas cuatro horas y de esta forma entramos por fin en Filipinas.

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1. MANILA: PRIMEROS DÍAS EN FILIPINAS


Teniamos previsto llegar a Manila sobre la medianoche, pero un retraso de Air China nos hizo llegar a las 4 de la madrugada. Esta circunstancia nos complicó el traslado desde el aeropuerto hasta nuestro alojamiento, teniendo que utilizar un servicio de transporte mucho más caro que los que se pueden encontrar en cualquier otro horario. Tras pagar un precio desorbitado llegamos a nuestro hotel en la zona de Pasay, que se encuentra a corta distancia del aeropuerto pero bien comunicada a través de metro con el centro de la capital. Dormimos unas horas y nos propusimos aprovechar el día al máximo, visitando la zona histórica y cultural de Manila.

Area-Pasay-Filipinas

Tras el primer incidente con el transporte no tardamos en sufrir el segundo, al descubrir que el metro no estaba en funcionamiento. La razón fue que se encontraba cerrado durante los días de semana santa, justo cuando nosotros llegamos a la ciudad. Nuestra decisión, ya que aún no conocíamos bien como funcionaba el resto de transportes en Manila, fue utilizar el GPS que llevábamos instalado en el móvil y que no precisa de conexión wifi y así poder llegar hasta el centro caminando. Una vez nos ubicamos en el mapa, comenzamos a andar en dirección al paseo marítimo. Este trayecto nos llevó alrededor de una hora, hasta que por fin llegamos Roxas Boulevard y entramos en el Café Felisa a tomar un café helado y una botella de agua antes de continuar hacia el centro de Manila.

Avenida-Quirino-Filipinas

Tras reponer fuerzas llegamos a algunos puntos emblemáticos de la capital, como la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios o el espectacular Parque Rizal, uno de los lugares más turísticos y más frecuentados por la gente local en sus horas de ocio. Al encontrarnos en un día festivo, el parque estaba muy animado y asistimos a un espectáculo acuático-musical en su estanque principal que nos hizo pasar un buen rato. Como ya se había pasado la hora de comer y aún nos quedaba visitar la ciudad amurallada, conocida como "Intramuros", decidimos seguir la ruta hasta terminarla antes de buscar un lugar para echar un bocado y regresar hasta el hotel para descansar.

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Parque-Rizal-Intramuros-Filipinas

Intramuros está repleto de edificios antiguos, monumentos, estatuas e iglesias y catedrales que son herencia española tras la colonización que comenzó a mediados del siglo XVI. Es por ello que gran parte de los habitantes de Filipinas son católicos y al encontrarnos en Semana Santa las iglesias y en especial la Catedral de Manila son lugares muy visitados durante los días festivos. Seguimos recorriendo sus vías principales y algunos de sus callejones y cuando estábamos terminando la ruta, Manila nos sorprendió con nuestra primera puesta de sol. Esto nos recordó que aún no habíamos comido nada desde el desayuno, por lo que decidimos emprender el camino de vuelta y tomar algo en el paseo marítimo, concretamente en la zona de Malate ya que anteriormente comprobamos que era una zona animada con algunos restaurante y cafeterías. De esta forma concluimos nuestro primer día en Filipinas y nos fuimos a descansar con muchas ganas de seguir explorando este nuevo destino.

Descubre aquí  INTRAMUROS: LOS RESTOS DE UN PASADO ESPAÑOL EN FILIPINAS

2. EL NIDO: DESCUBRIENDO EL TESORO DE PALAWAN


Despertamos temprano en Manila. Teníamos la mañana libre antes de volar a Palawan, una provincia compuesta de maravillosas islas y cuya capital es Puerto Princesa. Aprovechamos para ultimar detalles y comprar algunas cosas que nos hacían falta como enchufes, crema dental, gel, etc. Con todo lo necesario en la mochila, comimos algo y nos dirigimos hacia el aeropuerto doméstico. Aunque la mayoría de vuelos se dirigen a la mencionada Puerto Princesa, nosotros decidimos volar directamente hasta El Nido, Su peculiar aeropuerto es de esos de los que ya quedan pocos, en lo que lo único asfaltado es una pista de aterrizaje y el resto se compone de caminos de tierra y un par de casetas para recepcionar al turista mientras un grupo te da la bienvenida a ritmo de ukelele y te ofrecen bebidas gratis, mientras se formalizar los trámites para entrar o salir de la isla.

Aeropuerto-El-Nido-Filipinas

El Nido es considerado la joya de Palawan y un auténtico tesoro natural donde se pueden descubrir infinidad de islas y una fauna marina realmente increíble. Pero nosotros decidimos no alojarnos en la playa de El Nido y dirigirnos hasta la playa vecina llamada Corong Corong. Siendo mucho más tranquila que la primera, pronto descubrimos que la decisión no pudo ser más acertada. Muchos de los alojamientos cuentan con balcones y terrazas con vistas al mar y esto nos permitió descubrir uno de los mejores atardeceres que hemos podido contemplar en todos nuestros viajes. Y para que no te quede duda, aquí te dejamos las vistas de nuestro primer día en este magnífico paraíso.

Atardecer-Corong-Corong-Palawan
 
Entusiasmados por tal recibimiento, a la mañana siguiente nos dispusimos a conocer El Nido, el lugar que acoge a mayor número de turistas y donde contratamos un tour conocido como Island Hopping (de isla en isla), además de alquilar un scooter para recorrer diferentes lugares de la isla en los días posteriores.

El-Nido-Palawan-Filipinas


ISLAND HOPPING: DESCUBRIENDO LOS TESOROS MARINOS DE PALAWAN


Contratar una excursión para recorrer las islas en Palawan no te resultará complicado. Además de las agencias, los alojamientos también te ofrecen el servicio pero queremos darte varias opciones para que puedas elegir aquello que más se ajuste a tus preferencias. Los tours en las islas son mostrados habitualmente como A, B, C y D. Los más populares son el A y el C, con un precio que oscila entre los 25 y los 30 euros por persona si lo contratas en bangka (embarcación filipina) en modo compartido. También ofrecen la posibilidad de combinar lo mejor de varios tours e incluso contratar un tour privado por un precio de 70 euros por persona. Nuestra elección fue el tour privado, decidiendo hacer un único tour combinado. Bajo nuestro punto de vista creemos que la decisión fue acertada ya que este tipo de tours te permiten empezar a la hora que quieras y elegir los destinos en el orden que desees. Nos dimos cuenta de haber elegido correctamente cuando descubrimos al día siguiente que decenas de barcas con más de 15 o 20 personas en cada una de ellas atracaban en fila en la playa de El Nido. Esto supone llegar a los diferentes destinos rodeados de embarcaciones, todo lo contrario que nos ocurrió a nosotros, que pudimos descubrir destinos sorprendentes totalmente solos.

Island-Hopping-Palawan-Filipinas

En la foto podéis comprobar como mi mujer Vanesa y yo llegamos a uno de los puntos más populares (imagen superior derecha), que es conocido como la "laguna secreta", encontrándonos totalmente solos. En un tour compartido y saliendo a la hora habitual, en la laguna puede haber más de 30 personas. Además llegamos a lugares para hacer snorquel donde también nos encontrábamos solos, algo importante si no se quiere espantar a la gran variedad de peces que pudimos encontrar como el pez globo, pez aguja, pez emperador, grandes peces loro, etc. Todas las excursiones, ya sean en grupo o privadas, te llevan a islas donde podrás montar en kayak por un módico precio de unos cinco euros. Es bastante divertido cruzar lagunas en medio de la vegetación de esta forma, aunque es una actividad muy solicitada y en esta ocasión encontramos bastante gente. A pesar de todo, no te lo pienses, merece la pena.

Ya disponible: ISLAND HOPPING EN EL NIDO, PALAWAN (FILIPINAS)


LAS PLAYAS DESIERTAS Y CASCADAS ESCONDIDAS DE PALAWAN


Alquilar un scooter en Filipinas es bastante sencillo, aunque nosotros siempre recomendamos llevar encima el carnet internacional de conducir, algo que te costará tan solo 9 euros y te permitirá cierta tranquilidad por si alguna vez te paran en la carretera. Gracias a disponer de este vehículo descubrimos playas paradisíacas, algunas con cierta afluencia de turistas y otras totalmente desiertas. Entre ellas destacamos Las Cabañas, Orange Pearl o las más espectaculares y todavía solitarias playas de Lio o Duli.

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Descubre aquí: LAS EXÓTICAS Y DESIERTAS PLAYAS DE PALAWAN

Pero no solo recorrimos la costa. También nos decidimos por caminar en busca de otros tesoros ubicados en el interior. Entre ellos elegimos dos cascadas, conocidas como Bulalacao Falls y Nagkalit Falls y cuyos trayectos son igualmente impresionantes al pasar por ríos en medio de entornos selváticos realmente espectaculares.

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No nos cabe duda de que Palawan es un paraíso todavía por descubrir en Filipinas. Es un lugar que merece una segunda y tercera visita, siempre que tu intención sea disfrutar y relajarte en un entorno natural realmente único, que sin duda te dejará un recuerdo difícil de olvidar.

3. BOHOL: VOLANDO AL MAR DE BISAYAS


Tras unos maravillosos días descubriendo las islas de Palawan era el turno de dirigirnos hacia el este y volar hasta el mar de Bisayas, un espacio repleto de islas y cuyo destino final sería la isla de Panglao. Pero para ello tuvimos que aterrizar en la vecina isla de Cebú, la segunda ciudad más importante de Filipinas, para coger un ferry por unos pocos euros que nos llevaría hasta Tagbilarán, capital de la isla de Bohol. Desde allí, cruzaríamos por un puente hasta la vecina y pequeña isla de Panglao, lugar donde nos alojaríamos cerca de una semana y donde disfrutaríamos de unos días de relax. Al mismo tiempo descubriríamos la extraordinaria belleza de la isla de Bohol, un lugar que cuenta con algunas maravillas naturales únicas en el mundo.

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Para recorrer parte de la Isla de Bohol, de nuevo alquilamos un scooter. El precio habitual en Filipinas es de 500 pesos al día, aunque la conseguimos por 400 pesos al contratar seis días en cada isla. Esto supone unos ocho euros al día, algo menos de cien euros en total por los doce días que estuvimos descubriendo Filipinas.

Llegar a Bohol desde la vecina Panglao es realmente fácil. La primera de las paradas se encuentra a una hora de viaje y se trata del Loboc Ecotourism Adventure Park, un complejo natural donde se puede realizar una sorprendente actividad .Se trata de sobrevolar el Río Loboc en Zipline, un cable a modo de tirolina con cierta pendiente a unos 120 metros de altura. Las vistas son impresionantes, alcanzando a ver una densa selva y numerosas cascadas que se reparte a lo largo del río.

Tras esta emocionante aventura seguimos recorriendo la carretera para llegar a uno de los tres Patrimonios de la Humanidad (UNESCO) en Filipinas. Hablamos de Chocolate Hills, más de mil colinas con forma cónica repartidas en una extensión de unos 50 kilómetros cuadrados y que en determinadas fechas adoptan un color marrón chocolate, contrastando con el verde de la selva en la que se encuentran.

Para terminar este fantástico día regresamos hasta el Río Loboc, dirigiéndonos hasta Corella porque es el lugar donde se encuentra la Philippine Tarsier Fundation. Este santuario natural acoge al "Tarsero" o "Tarsier", uno de los primates más pequeños del mundo, con un peso de unos 150 gramos y entre unos 10 o 15 centímetros de longitud. Su pequeño tamaño hace que sean muy difíciles de detectar, pero en santuarios como el de Corella es posible avistarlos y conservarlos ya que, debido a la continua invasión de su hábitat por el hombre, este pequeño mamífero se encuentra en peligro de extinción. De esta forma acabamos nuestra visita a Bohol, una experiencia irrepetible que merece la pena vivirla a tu aire, disfrutando de cada paisaje que te ofrece una de las islas más sorprendentes de Filipinas.

Descubre aquí: QUÉ HACER EN BOHOL, NATURALEZA Y AVENTURA

4. PANGLAO: UNA JOYA EN EL ARCHIPIÉLAGO DE BISAYAS


El Archipiélago de Bisayas cuenta con numerosas islas, algunas muy populares a nivel turístico como Cebú o Bohol, junto a pequeñas islas entre las que se encuentran Boracay (la Ibiza filipina) o Panglao, la isla en la que nos alojamos.

EL EXTRAORDINARIO FONDO MARINO DE PANGLAO


Una de las razones que nos llevó hasta Panglao es el increíble fondo marino que alberga y prueba de ello es que en una pequeña isla vecina llamada Balicasag, existe la posibilidad de avistar tortugas marinas. Además, puedes ver delfines a primera hora de la mañana, arrecifes de coral con numerosos peces y un millón de estrellas de mar.

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Descubre aquí: NADANDO CON TORTUGAS EN BALICASAG


DE PLAYAS Y RESERVAS MARINAS EN PANGLAO


Panglao cuenta con playas populares como Alona Beach, uno de los destinos turísticos más demandados para el ocio y relax en Filipinas. Pero todavía queda oportunidad de encontrar otras playas menos turísticas como Dumaluang Beach, Libaong Beach, Sunrise Beach, Bikini Beach, etc.

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Descubre aquí: Panglao, una isla de postal en Filipinas

En cualquier caso y habiendo elegido el mes de abril, uno de los meses considerados como temporada alta en Filipinas, siempre encontramos lugares tranquilos en la mayoría de las extensas playas de arena blanca y aguas transparentes con las que cuenta la Isla de Panglao. Nuestro viaje estaba terminando, por lo que decidimos relajarnos, disfrutar de otras atracciones como cuevas subterráneas o reservas marinas cercanas.

Como último detalle de nuestro viaje a las islas exóticas de Filipinas, encontrarás niños jugando en las playas que solicitarán tu atención y aunque muchos padres les han encomendado la tarea de pedir dinero al turista, al final lo que quieren es que juegues con ellos. ¿Cómo resistirse al ver la sonrisa de un niño cuando le ofreces lo más básico?

5. REGRESO A MANILA


Ya sólo nos quedaba regresar a Manila y aprovechar las horas que nos quedaban antes de regresar a España vía Pekín. En esta ocasión dedicamos el tiempo a descubrir uno de los mayores complejos comerciales que hemos visto en todos nuestros viajes. A cinco o diez minutos del aeropuerto de Manila se encuentra el Mall of Asia, un área comercial y de ocio que cuenta con más de 40 hectáreas divididas en varios edificios repletos de tiendas, cines, locales de restauración, teatros, salas de convenciones, pista de hielo y un largo etcétera.

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Decidimos recorrer sus instalaciones aunque estamos seguros de no haber visto ni siquiera un veinte por ciento de todo lo que este complejo ofrece a locales y viajeros. En cualquier caso, el tiempo se nos estaba acabando y decidimos descansar unas horas en nuestro hotel. A unos pocos cientos de metros del aeropuerto y con las vistas que puedes ver en la fotografía, nos despedimos de Filipinas, un país que nos ha dado más de lo que hubiéramos podido imaginar.

Manila nos ha mostrado su parte cultural y el carácter alegre y amable de sus gentes, Palawan nos ha cautivado con sus atardeceres y sus islas y playas desiertas y Bohol, junto a la pequeña Panglao, nos ha mostrado una fauna única y unos espacios naturales extraordinarios. Sin duda han sido 17 días inolvidables que el país nos ha dejado disfrutar a nuestro aire, mostrándonos una vez más que viajar nos enseña a vivir y que no hay nada mejor que descubrir el mundo para darnos cuenta de que la rutina diaria nos mantiene encerrados y alejados de las maravillas que nos brinda el planeta donde vivimos. Y tú ¿Te atreves a descubrirlo? ¡Un saludo viajeros!


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